El Ingeniero Héctor Martínez, Gerente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos brindó a Cadenas de Valor, por la Radio Pública, su visión respecto a las consecuencias que dejaron las inclemencias climáticas sobre los granos en la provincia, especialmente el maíz y lo que ello representará en términos de capital de trabajo..
“Lo que se dijo en un principio casi al inicio del año pasado sobre la expectativa y proyecciones de una niña, mostró severidad en el mes de diciembre sobre todo y parte de enero, que impacta de lleno a todo el territorio provincial y también en un área muy importante productiva del país, como la Región Pampeana, no solamente con la falta de agua, sino con temperaturas extremas de por encima de 31º y en algún período de los primeros días de enero, por encima de 40º. En el caso del maíz, por ejemplo, que estaba en plena producción y lo frenó decididamente y marcó una producción, que si bien no hay todavía un relevamiento de lotes, porque recién es incipiente la cosecha, una merma sustancial en ese rendimiento, si había expectativa de producción en ese maíz en particular por encima de 8.000, 10.000 kilos, hoy no van a cerrar algunos lotes de 3.000, 4000 kilos. Ni hablar en algunas zonas en particular, como el centro provincial, donde se anticipó mucho lo que fue para forraje, para picado y otras que ni siquiera llegaron a conformar su espiga, así que hay un relevamiento que aún falta determinar de qué tan severa fue esa pérdida”.
El Estado ante la emergencia agropecuaria
“Siempre es bueno cuando se suceden estas cosas que el Estado a través de estos resortes de lo que hace a una emergencia lo asista al productor, pero no es sustancial esa asistencia en lo que hace a la misma regulación que tiene la emergencia agropecuaria, son diferimiento de pago impositivo y algunas otras tasas y también en la parte crediticia. Lo que se está esperando, a partir de lo que es la presentación de cada uno de los productores afectados con la declaración jurada de emergencia, es aquello que en su momento el Gobernador en esa previa reunión de la conformación del decreto para declarar en emergencia agropecuaria a toda la provincia, es una línea de financiamiento a través de entidades bancarias como puede ser y lo van a hacer Banco Nación y Banco Entre Ríos sobre todo; hay un dinero del Estado nacional que lo administran a través de estas entidades financieras y obviamente que será con tasas por debajo de lo que hoy es el ofrecimiento habitual y algunos inclusive con tasa cero. Pero eso se tiene que dar, digamos hoy es un anuncio del Estado provincial y nacional como para morigerar en cierta medida la pérdida que ha tenido el productor. Pero para dimensionarla, si hablamos del maíz en particular no es mas allá del 6%, el 7% o el 10% de la inversión que realizó el productor”.
“Una ayuda que el Estado pueda dar siempre sirve, pero el que soporta realmente el financiamiento son las empresas proveedoras de insumos, con el sector que tiene una alta relevancia en la provincia de Entre Ríos, que es el sector de acopios y cooperativas y comercios de la región. Entonces ellos son lo que realmente toleran esa falta de dinero o de compromisos de pago. Y van a tener que seguir financiando para que la cosecha futura o la siembra futura se sigan sucediendo. Porque el productor necesita eso, capital de trabajo que se pueda renovar para seguir generando recursos”.
Las precipitaciones lograron revertir la situación de la soja
“Afortunadamente tuvimos estas últimas precipitaciones de los primeros días de enero y ahora también se han sucedido algunas lluvias que permitieron recuperar parcialmente esa soja implantada, ya sea de primera como de segunda. Previo a esa lluvia la soja estaba prácticamente las de primera, por encima de un 50% en una calidad de buena, muy buena, significa eso que el otro 50% estaba de regular a mala. Y también lo toma en un estadio reproductivo de floración, inicio de formación de chaucha y hoy a posteriori de estas lluvias, afortunadamente, esa condición de soja de segunda pasó prácticamente un 62%, 65% entre muy bueno y buena, la soja de segunda en otro espacio, pero también tuvo una leve recuperación, pero hay que considerar que todavía no hemos salido de un pulso seco de esta niña. Y hay regiones, hay departamentos y zonas de la provincia que todavía guardan una reserva escasa e incluso de situación de sequía. Quiero decir con esto que febrero es determinante en la producción de la soja y si no se suceden lluvias la impactará también en su producción”.
La situación del trigo
“La producción de trigo de esta campaña pasada, fue la histórica más grande en cuanto a producción, hubo en lo particular en algunos lotes rendimientos promedio muy buenos y obviamente que eso despertó no solo inquietud sino necesidad del productor, de apostar todo a la producción agropecuaria agrícola en particular con los cultivos de verano. Y nos vamos a sorprender porque el maíz que cerró la campaña pasada con 400.000 hectáreas, hoy estamos recorriendo falta mucho todavía para valorar, pero hubo prácticamente o va a haber prácticamente un incremento del 15% al 20% y esa inversión la hizo el productor. Entonces las expectativas que tenían de ese maíz, igual que lo de la soja, era rendimiento realmente por encima de una media provincial y que está en los 6200 kilos”.
La sequía en el sector arrocero y en la actividad ganadera
“Fue complejo para el arroz porque, es importante en una provincia prácticamente líder en la producción, hay 64.500 hectáreas y esta falta de agua y ligado a eso, altas temperaturas, humedades relativas muy bajas, provocó una gran demanda en el consumo de agua y se vio, porque al recorrer lotes que se riegan con pozo, represas o ríos y arroyos. Lo que mayor impacto tuvo, en cuanto a no llegar a tiempo con el riego, fueron los de represa y los de río y arroyo. Porque bajó sustancialmente la reserva de agua de esas represas de ríos y arroyo y no pudiera llegar en tiempo y forma a bañar los lotes. Así que las condiciones son de regular a mala prácticamente en un 21%, se sigue desarrollando el arroz, con una condición de buena a muy buena por encima del 79%, 80% y está ligado también a este no baño generalizado y homogéneo a un poco control o deficiencia de control en malezas. Va a ser una campaña para el arrocero un tanto compleja”.
“La sequía impacto a toda la parte agropecuaria también, la cadena forrajera se vio diezmada. Y eso quiere decir que también la ganadería se vio diezmada en servicio, en ganar peso, el tambo también. En particular, el impacto que tuvo la sequía dejó sin reserva de esa humedad en pasturas naturales, en montes y en pasturas implantadas y eso precisamente hace que desmejore el estado corporal de todo y cada uno de la hacienda que están en los lotes y ni hablar en el efecto productivo del tambo, que si bien están más regulados, porque tienen reservas, pero esas reservas fueron acotadas y por ejemplo, sin que esto sea generalizado, tambos que estaban con promedios de 25, 26 litros, terminaron en 18. Entonces recuperar esos estados, es complejo para el ganadero y para el tambero”.