En una interesante entrevista realizada en la Radio Pública, conversamos con Ayelén Larrivey, licenciada en Bromatología que desempeña su labor en el Departamento de Alimentos del INTI Entre Ríos. Larrivey compartió información crucial sobre un trabajo de investigación relacionado con la presencia de arsénico en el agua de pozos en la provincia de Entre Ríos.

Diálogo con Ayelén Larrivey, Departamento de Alimentos del INTI
El estudio, que fue realizado en colaboración con la licenciada Mariana Trossero, se enfocó en determinar la concentración de arsénico en el agua de pozo en varios departamentos de la provincia de Entre Ríos. Según la profesional, aunque el arsénico es un contaminante que se encuentra en muchas regiones del mundo, en Argentina, la información específica sobre su presencia en Entre Ríos era limitada.
El arsénico en el agua puede tener efectos adversos en la salud humana y animal, incluyendo ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, es esencial conocer su nivel de concentración en las fuentes de agua utilizadas para consumo humano.
Resultados del estudio
Ayelén Larrivey compartió que se analizaron alrededor de treinta y cinco muestras de agua de pozo distribuidas en ocho departamentos de la provincia. Los resultados revelaron que algunas de estas muestras tenían concentraciones de arsénico por encima de los límites recomendados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un límite guía de diez microgramos por litro de agua para el arsénico. El Código Alimentario Argentino también establece un límite máximo de diez microgramos por litro, con una tolerancia de hasta cincuenta microgramos por litro en zonas donde la concentración sea especialmente alta y difícil de reducir.
Los datos recopilados en este estudio brindan información valiosa para sentar bases y tomar medidas en consecuencia. Es importante destacar que, en la provincia de Entre Ríos, la población rural suele depender en gran medida del agua de pozo, lo que resalta aún más la relevancia de esta investigación.
Posibles soluciones y precauciones
En cuanto a las soluciones, Ayelén Larrivey mencionó que “es esencial que las personas con acceso a agua de pozo realicen análisis para determinar la presencia de arsénico y asegurarse de que los niveles estén dentro de los límites seguros”. Además, sugirió que “se tomen precauciones adicionales al cocinar alimentos como el arroz, que puede absorber el arsénico presente en el agua de cocción”.
A nivel de remedios, existen técnicas como la ósmosis inversa que pueden utilizarse en áreas urbanas con acceso a electricidad para eliminar aproximadamente el 95% del arsénico. Para áreas rurales sin acceso a electricidad, el INTI ha desarrollado un método que puede eliminar hasta un 70% de la concentración de arsénico en el agua.
Un largo camino por recorrer
Si bien se han logrado avances en la identificación y mitigación del arsénico en el agua, aún queda mucho trabajo por hacer. El estudio de Ayelén Larrivey y su equipo proporciona una base sólida para futuras investigaciones y acciones destinadas a garantizar la seguridad del agua de consumo en Entre Ríos.
Esta entrevista revela la importancia de la colaboración entre la investigación científica y la sociedad en general. El conocimiento adquirido a través de estudios como este puede conducir a mejores prácticas y políticas para garantizar la calidad del agua que consume la población.
En resumen, la presencia de arsénico en el agua de pozo en Entre Ríos es un tema de preocupación, pero también es una oportunidad para tomar medidas preventivas y correctivas. La investigación de Ayelén Larrivey y su equipo arroja luz sobre este desafío y destaca la importancia de la concienciación y la acción colectiva para abordarlo.