La producción de leche en California ha alcanzado su nivel más bajo en 20 años debido al brote de gripe aviar H5N1. Para enfrentar esta situación, la administración Biden ha destinado cerca de 2.000 millones de dólares, de los cuales 1.500 millones se asignaron al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para controlar la propagación del virus en animales, mientras que 360 millones se emplearon en medidas de protección pública. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el riesgo de transmisión a humanos sigue siendo bajo.

El brote, que afecta a mamíferos domésticos como el ganado lechero, plantea riesgos si el virus llegara a mutar y volverse transmisible entre personas. Sin embargo, la leche pasteurizada, única permitida para la venta comercial interestatal, sigue siendo segura para el consumo, ya que el tratamiento térmico elimina el virus.
En California, estado con la mayor producción láctea de Estados Unidos, alrededor del 70% de las lecherías (650 rebaños) se han visto afectadas desde agosto de 2024. Esto ha resultado en una disminución del 9,2% en la producción de leche interanual en noviembre de 2024, alcanzando 2.957 millones de libras, el nivel más bajo desde 2004.
Especialistas han señalado la importancia de adoptar medidas para contener el brote y evitar que el virus siga evolucionando.
Fuente: Newsletter de Dairy Reporter, traducido y adaptado por el OCLA.
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