Sergio De Luca, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Entre Ríos (ADIMER) dialogó con Cadenas de Valor por Radio Nacional de Concepción del Uruguay.

El empresario conto como fueron los inicios de la asociación. “Tuve la suerte de vivir desde dentro el proceso de creación de ADIMRA trabajando en AVEC, de Concepción del Uruguay, la firma de los ingenieros Roberto Castagno y Carlos Raimundo. Roberto fue uno de los impulsores de esta actividad, conformaron en ese momento, en el año 1992 la Asociación de Fabricantes de Bienes de Capital, cuando comenzaron con la fabricación en serie de una máquina para siembra directa. En ese entonces arrancaron con la asociación y la verdad que fue una lucha brava al principio, con muy poco acompañamiento de las autoridades, tratando de conseguir financiamiento y estuvieron un tiempo en Concepción hasta que surgió la posibilidad de integrar ADIMER, que es la cámara nacional de industriales metalúrgicos y un cambio de legislación que creo fue fundamental en la asociación, que la UOM y ADIMRA unificaron criterio para que la UOM aportara el 2% de la masa salarial y los empresarios metalúrgicos empecemos a aportar el 1% a la Cámara Nacional y que de ese 1% el 50% volvía a las cámaras provinciales que tenían que estar conformadas y asociadas a ADIMRA. En ese momento se hizo el pase, pasó la sede físicamente a María Grande y se contó con recursos para hacerla funcionar con una cuestión fundamental, toda la primera etapa se hizo a pulmón, con el aporte de los socios y era muy difícil poder sostenerla”.
“Los precursores vieron la importancia de trabajar en conjunto, de que en esto no se puede hacer solo, que hay que tratar de conseguir medidas y acompañamiento juntando voluntades, que es una cosa que pasa y normalmente lo sentimos en las crisis, cuando nos va bien a todos pero en especial a los empresarios, cada uno trata de hacer la suya y por su cuenta y cuando tenemos complicaciones ahí vemos que solos no podemos, claramente después del 2001 donde se reflotaron muchas asociaciones a nivel local también y a nivel nacional”.
Las complicaciones que perduran
“Los problemas siguen siendo los mismos y la necesidad de trabajar en conjunto y asociarse hoy es fundamental. Ni siquiera con una cámara fuerte como ADIMRA, que tiene un contacto directo con las autoridades nacionales siempre de un gobierno o del otro, porque siempre ha sido una cámara muy cercana a las gestiones políticas nacionales. Aún con esa llegada, es muy difícil conseguir acompañamiento y que las autoridades políticas de todos los niveles, porque se ha seguido nacional, provincial y municipal, entiendan que es fundamental que la producción marcha, que nosotros generemos fuentes de trabajo, que haya trabajo genuino y que la gente a través del trabajo pueda desarrollarse. Ha sido siempre difícil, pero en este momento es mucho más difícil que en otro momento”.
Los años de pandemia
“Fue muy complejo y muy desparejo. Nosotros tenemos dentro de la Cámara empresas como la mía, que trabajamos para sectores esenciales del rubro de la alimentación o de los químicos que trabajamos siempre desde el arranque y tuvimos que arréglanosla para conseguir información, para cuidar a la gente, para poder seguir con las puertas abiertas y hubo otras que estuvieron cerradas un par de meses que fue realmente tremendo. Eso fue más que nada en 2020. 2021 fue un año de mucha actividad, en la mayoría con crecimiento. Y el problema no fue tanto la pandemia, sino las consecuencias que trajo de falta de insumos, de los aumentos desmedidos de los precios, que aun pagando precio un 20%, un 30% en dólares más altos de lo que es el histórico, tampoco se podía conseguir el material. Teníamos trabajos y no podíamos cumplir porque no teníamos quien nos vendiera material, se cortó la financiación violentamente, de tener la posibilidad de comprar 30, 60, 90 días, los proveedores empezaron a exigirnos contado anticipado, los clientes también se demoraron con los pagos y a nivel bancario nos cerraron las puertas por lo menos a todo el sector metalúrgico, que somos la mayoría pymes, directamente no nos dieron un peso de crédito entonces fue un cuello de botella. La mayor complicación pasó por ese lado no tanto por la por la pandemia en sí”.
Capacitar para desarrollarse
“La capacitación es el punto más fuerte que tenemos como asociación, hace 10 años el principal foco de desarrollo de la asociación ha sido ese. Todo el periodo pre pandemia y durante la pandemia se pudo mantener, 6 o 7 capacitaciones de primer nivel en el año, de gente que viene muy formada y que nos permite capacitar más que nada a los mandos superiores de la empresa y también a los operarios. Y estos dos años hemos tenido una destrucción absoluta de todo lo que es la educación técnica lo que nos permitió formar operarios y la mayoría tuvimos que optar por formarlos en las empresas y hoy tenemos un cuello de botella muy importante. Trabajamos pero no tenemos financiamiento y la mano de obra y es un problema muy serio porque lleva mucho tiempo formar un operario y venimos de dos años sin ningún tipo de acompañamiento del sistema educativo general, están las escuelas técnicas en las que los chicos no han podido hacer absolutamente nada.
“Le hemos puesto el foco porque lo veíamos como un problema fundamental antes de la pandemia y lo que hemos podido aportar desde capacitaciones, ha sido más importante para los mandos medios, la gente que conduce las empresas que tenemos también serios problema para manejarlo, especialmente por el cambio generacional y con lo que son sus exigencias. A nosotros, que tenemos 60 años, se nos hace muy difícil entenderlos y adaptarnos a los requerimientos que tienen los chicos hoy y que si no nos adaptamos se nos van. Y es muy difícil desde el punto de vista de los que generamos trabajo y que necesitamos oficios, competir contra rubros que no necesitan demasiada formación y que están pagando sueldos mejores a los nuestros”.
Nuevas tecnologías, insumos y financiamiento
“Se está incorporando tecnología en las empresas, agregando la robótica, la impresión 3D, que son herramientas que nos permiten justamente producir más sin aumentar la mano de obra que no tenemos, aunque querríamos tenerla. Pero la realidad nos obliga a que tengamos que incorporar maquinaria nueva. Y ahí nos encontramos con otro problema que la máquina muchas veces no se produce en el país hay que importarla y aunque uno tenga los fondos, sabemos qué el crédito hoy para las PYMES no existe, si tuviéramos los fondos propios para hacerla tampoco podemos importarla porque no nos permite el Estado girar las divisas para poder comprarla. Entonces es un cuello de botella complicado en ese aspecto, nosotros necesitamos incorporar tecnología, pero hoy la que no se produce en el país es muy difícil poder traerla”.
“Tenemos empresas que necesitan, que están produciendo maquinara que tiene componentes importados y esos componentes no los puede traer incluso gente que tiene las compras hechas y pagadas, no se las dejan entrar. No hay a nivel Nación un organismo que pueda determinar claramente qué elementos son necesarios para la producción y qué elementos son secundarios y que los importadores los traen porque es buen negocio. Entonces allí nosotros necesitamos y de hecho lo está haciendo el apoyo de la Cámara Nacional para que ellos con los contactos que tenemos logren destrabar la entrada de los elementos que nosotros necesitamos para producir; sin esos elementos la máquina no puede ser entregada”.
Sustitución de importaciones
“Una de las razones por las cuales nosotros tuvimos este crecimiento en este periodo fue la falta de insumo hace que haya que reemplazarlos, pero muchas veces ese remplazo necesita de maquinaria o de tecnología a la que nosotros no podemos acceder. O sea que, si tuviéramos algún tipo de facilidades desde ese lado, seguramente hay perspectivas de crecimiento. Si bien nosotros a nivel Entre Ríos, estamos muy lejos de lo que es Santa Fe o Córdoba, que están con un nivel de tecnología y de capacidad de las empresas muy superior al nuestro”.
Las distintas cadenas de valor
“Tenemos unas cuantas cadenas de valor en la provincia, pero la principal es el campo, por ahí en equipamiento nuevo o en reparación de lo que están haciendo, toda la industria frigorífica tiene un requerimiento muy importante de pequeñas empresas que abastecen elementos, sean inoxidables, sean negros, sean sanitarios, equipos de frio, hay un montón de cosas que nos arrastran en el buen sentido, nos obligan a tener un grado de cumplimiento, de desarrollo que antes era impensado. Acá no hay muchas opciones o uno se sube a ese tren y acompaña o viene otro y lo cubre, entonces hemos tenido que hacer una actualización en desarrollo un poco obligado por las circunstancias y en este caso Entre Ríos se vio muy favorecido porque tenemos justamente producción de alimento que eso nunca se para”.