El nuevo presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola(CAFMA), Eduardo Borri expuso en Cadenas de Valor, por la Radio Pública de Concepción del Uruguay, cómo encontró al rubro, a qué se enfrenta el sector en la actualidad y un repaso por los últimos años.
“Desde el punto de vista de ventas de los asociados la verdad que están en un punto muy alto, incluso un poco en broma un poco en serio, le decía a mi predecesor Néstor Cestari, si él consiguió esto en medio de una pandemia, va a ser difícil emularlo. Y la verdad es que las condiciones, cuando la economía se empieza a abrir más o mejor dicho más que la economía, la sociedad empieza a salir, deberíamos tener que estar en mejores condiciones. Pero bueno, el punto es muy alto debido a diferentes factores como venimos pregonando que mucho tiene que ver el cepo al dólar el precio de las commodities, pero también mucho tienes de ver el apoyo que el gobierno nacional está dando en materia crediticia, porque una de las cuestiones, sin hacer un juicio de valor político, en el Gobierno anterior las tasas para inversiones estaban muy altas. Entonces el productor no podía acceder. Como contrapartida la realidad es que también estamos en una situación en donde tenemos faltantes de insumos que día a día tenemos que gestionar con el Gobierno porque la ausencia de dólares, no sólo está permitiendo que se vendan más máquinas nacionales, sino que también esa ausencia produce algún tipo de corte en la cadena de suministros”.
Alternativas ante la falta de insumos
“Cuando nos vemos en la necesidad de vivir con lo propio, que no siempre es posible, porque no es que somos autónomos totalmente o autosuficientes, hay que agudizar el ingenio, entonces si hay faltante de neumáticos aparecen industrias que trabajan en el recapado. Entonces ahí hay un balance entre ingenio y seguridad que se tienen que ver también porque hay cosas que no se pueden hacer. Pero bueno, también hay que hacer un análisis de la coyuntura, ver dónde estamos parados. Yo siempre trato de tener una mirada positiva sobre la situación. Creo que las cámaras tenemos que ser independientes del Gobierno de turno, decir las cosas que están bien y de alguna manera también intentar modificar aquellas cosas que están mal, pero creo que uno tiene que empezar a buscar materiales alternativos, los departamentos de ingeniería tienen que buscar sustitutos y bueno, esto es lo que vivimos, así como en la pandemia los departamentos de recursos humanos se enloquecieron porque hemos llegado a tener 10% de ausencia adicional a la normal por efecto de contagios y tenés que guardar cuarentena y todo ese tipo de cosas, se detonaron esos departamentos, ahora los de compra e ingeniería tienen que buscar alternativas porque no hay todos los insumos que quisiéramos tener. Incluso hay algunas cosas que estamos trabajando con otras cámaras. En el caso de la Cámara de Contratistas, que son nuestros clientes. La problemática que tienen ellos es quizás un poco mayor porque como me decía su presidente en el caso nuestro, un insumo que se demora es demorar una entrega, pero en el caso ellos, que tienen que están trabajando, un insumo que no tiene en una máquina, un repuesto que no tiene, es posible que los lleve a perder el trabajo. Entonces este espíritu colaborativo que de alguna manera el presidente Néstor Cestari, mi predecesor inculcó, es lo que estamos tratando de llevar adelante. Y entre todos tratar de hacer crecer el sector de la maquinaria agrícola que, como se suele plantear, es parte de un eslabón que no es necesariamente el eslabón protagonista o el actor protagónico. Pero no hay una cadena fuerte con eslabones débiles y tenemos que cuidar a todos los eslabones de la cadena agroindustrial. Y por ahí si se ataca a nuestros clientes, en definitiva, nos atacan a nosotros. Y si nosotros estamos débiles, tampoco hay fierros para levantar la cosecha o para sembrar y me parece que hay que tener una mirada completa de la cadena de valor.
La maquinaria agrícola y su impacto en los números
“Fuimos uno de los primeros sectores en salir a trabajar. Estuvimos cerrados 2 o 3 semanas, nada más. Y la verdad es que no nos imaginamos los que terminó pasando. Empezamos a ver uno 2020 muy activo y tal es así que la mayoría de los fabricantes no estaba preparado para hacer frente a semejante demanda de ventas, entonces a partir de ese momento, y a razón de un 1,5% mensual, hemos ido incrementando nuestra nómina de personal, tal es así que en el último año hemos generado 5300 puestos de trabajo aproximadamente, habiendo pasado de 26.500 empleados en nuestra cadena a 32.000. Y pensábamos que el 2021se iba a estabilizar y volvió a crecer en un 20% la demanda. Sabemos que los árboles no crecen hasta cielo, esto se tiene que estabilizar, pero de alguna forma también esta sobrecapacidad de producción que se está generando, entendemos que tiene que ser volcada al mundo también. Este año estamos cerrando con un 60% de incremento de exportaciones. Comparativamente con el 2020 que, si bien es bajo en valores absolutos, cambia la tendencia. Este sector llegó en el 2012 a exportar 250 millones de dólares, creemos que tenemos que seguir en esa línea, entonces la Cámara también está trabajando fuertemente en líneas de acción que lleven a nuestro sector insertarnos en el mundo. Este año venimos también marcando una idea fuerza que es tratar de convertir a la Argentina en el Agro Valley del mundo, así como existe en Silicon Valley entendemos que la Argentina tiene absolutamente todos los recursos como para hacer un desarrollador de tecnología bioagroindustriales y la verdad que depende pura y exclusivamente de nosotros. Tenemos que creérnosla que podemos y entre todos, las universidades el INTA, el INTI, las diferentes cámaras, los productores que son maestros enseñándonos a mejorar nuestras máquinas. Entre todos tenemos que llegar a vender más tecnología al mundo”.
Borri planteó la importancia de cuidar el trabajo local, la generación de empleo genuino y las debilidades que nuestro país comparte con el resto del mundo.
“Ustedes saben que hay un paquete de 110 leyes que el Gobierno está queriendo impulsar antes del cambio del Congreso y por ahí creemos que estamos con el timing suficiente, porque este tema viene siendo discutido, un poco lo que nosotros decimos es que no podemos tratar por igual a los distintos. Los distintos son distintos y hay que tratarlos de esa manera. Y entonces cuando uno trae un producto que está viniendo con aire en las gomas de afuera, no se le puede dar un crédito o un subsidio a ese producto. Porque si hay algo que necesitamos es, en este país, darle de comer a los 45 millones de argentinos que vivimos acá. Entonces en ese sentido tenemos que ser un poco más egoístas, porque si desarmamos el andamiaje que tenemos de planes sociales y los convertimos en trabajo genuino en definitiva las retenciones empezarán a bajar, los impuestos empezarán a bajar, porque gran parte de ese dinero aportado es para pagar subsidios, entonces no es lo mismo generar trabajo en la Argentina que no hacerlo”.
“Hay que entender que a las debilidades propias de la Argentina se le suma la situación mundial y no voy a defender a ningún proveedor de materia prima en particular, pero hay insumos en el mundo que han aumentado más que en Argentina por efecto de la pandemia por efecto de los de los fletes que están incrementándose alocadamente por diferentes cuestiones. Ahora bien, lo de la pandemia que se espera continúe, por ejemplo, el caso de los fletes un poco alocado por 2 años más. Tendrá un final, lo que necesitamos es ponerle un final a la crisis recurrente que la Argentina suele tener. Tampoco me tienen que servir de excusa para dejar de esforzarme que el mundo está como está. El mundo está como está por una pandemia que nos tocó a todos, no dejó ningún lugar del mundo sin afectar. Ahora, superada esta situación nosotros tenemos que hacer los deberes, porque si creemos que el mundo tiene la culpa y nosotros nos sacamos la responsabilidad de encima, no vamos a cambiar y depende muchísimo de nosotros cambiar las cosas que nos están pasando”.
Por último el titular de la CAFMA afirmó la importancia del camino hacia la industrialización y cuáles son las ideas que mueven esta cadena de valor.
“Creo que el rumbo de la industrialización no hay que abandonarlo nunca, con el Gobierno que fuese. Yo quiero entender que nosotros tenemos que trabajar absolutamente con todos los gobiernos, es el camino industrial el que nos va a sacar de la de la pobreza. Ahora también es cierto y está es la parte que nosotros tenemos que pensar, tiene que haber un acuerdo. Porque cuando yo digo que hay que desarmar los planes sociales y convertirlos en trabajo genuino, los líderes sociales tienen que dar un paso al costado cuando la economía está traccionado. Los líderes sociales han cumplido una función cuando había que distribuir planes y no había trabajo, pero si el trabajo empieza a aparecer no tienen que retener ni un minuto más de lo necesario a la gente que está bajo un plan, porque no es digno que eso ocurra”.
“Voy a hacer alguna analogía, porque es importante que pensemos lo que significa pensar localmente. Porque a veces uno se maneja en la vida con doble estándar, entonces cuando uno dice bueno no tenemos dólares, a mí me gustaría pasar mis vacaciones en el extranjero, obligo a los demás a vacacionar en el país, por así decirlo. O si necesito un auto, yo quiero tener un auto importado y obligo a los demás a usar un auto nacional. Entonces, yo digo que tenemos que, pensando en nosotros, en lo que podemos ser como argentinos.
Los números de los fierros
La Argentina tiene en su cadena de valor alrededor de 1200 empresas que están ligadas a la maquinaria agrícola, desde agropartistas a terminales o fabricantes de maquinaria, 50% son de un tipo, 50% de otro, los agropartistas agregan muchísimo valor en esa cadena. De las 1200 empresas, son 150 asociadas a CAFMA. Tenemos que hacer un trabajo de por lo menos duplicar, porque entendemos que tenemos condiciones de agregar valor. Hay alguno que no estamos llegando y obviamente no podemos tener esas 1200 empresas asociadas. Hay un número que está resultando un estándar en este tipo de fábricas. Un empleado de nuestra planta, nos hace facturar con materia prima, con mano de obra, con todo alrededor 10 mil dólares por mes. Es decir, un empleado trabajando sólo en esa empresa, facturaría 120 mil dólares al año. Cuando uno toma los 32 mil empleados que hoy tenemos nos lleva una facturación entre 3 y 4 mil millones de dólares en la cadena de valor. En nuestra Cámara estaremos capturando alrededor de 1300, 1400 millones de dólares de esa facturación. Ahora, la maquinaria agrícola, si hiciéramos un cálculo de cuánto es nacional y cuánto importados Cuando uno dice que pasa si se mueve un 1% de importado a nacional o, mejor dicho, 0,5% porque ese medio sumado al medio que se incrementa Nacional daría un 1% sobre lo nuestro. Significa que, de esos 30 mil puestos de trabajo, nosotros estaríamos incrementando 300, estaríamos generando una fábrica que factura 36 millones de dólares. Con esos 300 empleados, para hacer un paralelismo estaríamos creando una nueva fábrica de sembradoras, que están dólares más dólares menos, en ese en ese nivel de actividad. Por eso es tan importante ponerle analogía a veces a las cosas porque no entendemos; creemos que si compramos algo afuera el impacto es menor y la verdad que hay países que tienen mucho menos habitantes que los nuestros y pueden vivir sólo produciendo materias primas básicas, la Argentina no puede, necesita de la industria, de servicios y obviamente necesita del poderío que significa el eslabón primario de esta cadena que es la producción de alimentos, creo yo que ahí tenemos mucho para aportar, me parece que la generación de valor en origen también es una deuda pendiente que tenemos que aprovechar juntamente para industrializar nuestros pueblos. Paralelamente, y como contrasentido, como contrapunto de esto también nos vemos en la situación que la mayoría, 95% de las fábricas, por lo menos de las 150 nuestras, están insertas en poblaciones de 10 mil habitantes. Entonces también hoy está habiendo pleno empleo en los pueblos y necesitamos políticas activas para lograr más construcción de vivienda. Mejores rutas para que se trasladen de un pueblo al otro. Mejor educación para, que no tengamos que ser nosotros los formadores. Bueno, hay muchísimas cosas para trabajar, pero esa es la realidad de nuestro sector en este momento”.